
Las fases iniciales de marketing que toda empresa de arte debe conocer antes de lanzar un producto o servicio al mercado son realizar un estudio de mercado para evaluar las necesidades insatisfechas de los consumidores y la elaboración de un plan de marketing previo, es necesario considerarlas para poder ampliarlas de tal manera que se pueda entender mejor este concepto.
Toma nota de las fases del marketing para arte
Preparación de los productos:
En esta fase y después de la toma de decisiones, se preparan los productos o servicios a ofertar, partiendo del espacio físico donde se llevará a cabo el proceso de producción, las maquinarias y recursos a emplear, el personal necesario, la estipulación de horas de trabajo y se proceden a crear las primeras unidades de muestra.
Elaboración de una Prueba en el mercado piloto
Esta fase del proceso de marketing está destinada a saber la receptividad y aceptación del producto o servicio en el mercado.
La prueba piloto se puede llevar a cabo a través de un test de aceptación en diferentes establecimientos, eso sí, esta prueba debe estar acompañada de publicidades y promociones frescas y directas, nada que bombardee a los consumidores potenciales, es recomendable que existan muestras pequeñas o la posibilidad de probarlos en el lugar, todo con la finalidad de atraer compradores tanto mayoristas (para que posteriormente distribuyan en su establecimiento) como a su vez, compradores independientes.
Modificación de la prueba piloto (o reajuste de test en el mercado del arte)
Dependiendo del éxito de la prueba piloto se modifican las pruebas de los productos y servicios (presentaciones, tipo de envases, colores más interesantes y llamativos, sabores, entre otros).
Esta fase se apoya en el test de prueba o prueba piloto y permite a la empresa realizar los cambios en los productos o servicios, de acuerdo a lo dictado por el mercado.
Arte a gran escala
Una vez conseguido el éxito deseado o aceptable en el mercado, se procede a realizar la producción en masa o a gran escala basada en un plan de marketing definitivo que contempla los productos, los precios (si posee más de una presentación), la distribución y la publicidad.
Esta producción en masa se fija no solo por un tiempo o plazo de acuerdo al capital que se posee sino a la demanda en el mercado.
La fase final
De esta fase lo que queda es pasar al consumidor, concretar ventas y velar porque los clientes que están satisfechos.
Una vez cerrado este ciclo, se procede a repetir el preso de marketing (incluyendo las fases) nuevamente, es decir, se vuelve a las necesidades del consumidor, se evalúan y testean, ya que los tiempos van cambiando rápidamente y surgen nuevas necesidades así como compradores potenciales a los que se deben conocer y satisfacer pues el cliente siempre tiene la razón.
Además, en todo momento se debe evaluar si el producto o servicio continua satisfaciendo las necesidades del consumidor y determinando cuales cambios hay que hacer, bien sea para que la satisfacción se mantenga o por innovación de la empresa como estrategia para expandirse en el mercado.